El miedo es una sensación de alarma que está presente en nuestra conducta más básica y que es herencia de nuestro pasado animal.
El miedo nos ayudó como animales a adelantar las consecuencias de situaciones potencialmente peligrosas como forma de prevenir y actuar contra cualquier mal físico.
Sin embargo, el miedo se convierte en un problema que a la larga tiene consecuencias negativas para la salud, cuando el temor surge no para prevenir de una situación perjudicial para nosotros, sino cuando aparece de manera súbita sin causa aparente o desencadenada por acciones sin conexiones entre sí y que sólo nosotros hilvanamos en nuestra mente.
Los momentos de silencio e inactividad pueden ser excelentes oportunidades para hacer los ejercicios anteriores. La meditación y la respiración consciente facilitan la atención plena y que te des cuenta de qué piensas. A partir de esta conciencia evitas que los pensamientos dañinos te dominen y adquieres el mando de tu vida.
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